Madrid (AP) – Una persona murió en tormentas con fuertes lluvias, granizo y rachas de viento en el este y noreste de España. La región de Valencia y la capital de la provincia del mismo nombre se vieron especialmente afectadas.
En solo 24 horas, alrededor de 150 litros de agua por metro cuadrado habían caído del cielo allí el sábado por la noche, dijo el servicio de emergencia regional. A modo de comparación: la precipitación media anual en Alemania es de 500 a 1000 litros por metro cuadrado.
En el municipio de Bujaraloz, a unos 70 kilómetros al sureste de Zaragoza, en la región de Aragón, un joven de 17 años murió al caer una rama sobre un campo de fútbol, según informó este domingo el diario “El País”, citando a las autoridades.
Numerosas calles inundadas se podían ver en la televisión española, aparcamientos subterráneos y sótanos estaban bajo el agua. Los bomberos tuvieron que rescatar de sus vehículos a muchas personas que habían quedado atrapadas por la inundación. Un autobús escolar también quedó atascado en el agua en Alquerías del Niño Perdido. Los ayudantes llevaron a los niños a cuestas a un terreno más alto, como se puede ver en un video de los bomberos.
El cambio climático como causa de las fuertes lluvias
En el aeropuerto de Valencia, en la costa mediterránea, una pista tuvo que cerrarse temporalmente tras la caída de un rayo. Un total de 13 vuelos entrantes se han desviado a Alicante, Ibiza y Madrid, dijo la empresa de gestión aeroportuaria Aena. Según informes de los medios, el tráfico de trenes, subterráneos y automóviles también se vio gravemente afectado.
En la localidad de Xert, en el interior de Castellón, en la llamada comunidad autónoma de Valencia, según el servicio de emergencias, en 24 horas se midieron hasta 300 litros por metro cuadrado. El domingo, sin embargo, la situación en toda la Comunidad Valenciana había mejorado notablemente con sol y 22 grados a la sombra. No se esperaban nuevas lluvias en los próximos días.
Los expertos advierten que el cambio climático está haciendo más probable sequías como las de España el verano pasado y tormentas violentas con cantidades extremas de lluvia.
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