Phnom Penh (AP) – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, espera un intercambio franco en su reunión del lunes con el jefe de Estado y líder del partido de China, Xi Jinping. “Solo tenemos que averiguar dónde están las líneas rojas y cuáles son las cosas más importantes para cada uno de nosotros en los próximos dos años”, dijo Biden a los periodistas al margen de la cumbre de la ASEAN en la capital camboyana de Phnom Penh.
Lo conozco bien Él me conoce”, continuó Biden. “He pasado más tiempo con él que con cualquier otro líder en el mundo”, dijo el presidente de EE. UU., refiriéndose a sus reuniones anteriores con Xi Jinping cuando ambos eran vicepresidentes. “Tuvimos siempre discusiones abiertas”. “Nunca hubo malentendidos” entre ellos. “Creo que eso es crucial para la relación.
Ambos presidentes se reunirán el lunes en su primer encuentro cara a cara desde que Biden asumió el cargo hace casi dos años. La reunión se produce antes de la cumbre del Grupo de Grandes Potencias Económicas (G20) en la isla indonesia de Bali.
Numerosos puntos de conflicto
Las relaciones entre China y Estados Unidos están en un punto bajo. Los puntos de discordia son el respaldo de China al presidente ruso, Vladimir Putin, en la guerra de Ucrania, la guerra comercial en curso y las sanciones contra las empresas chinas de alta tecnología, las amenazas de China a la democracia de Taiwán y los reclamos territoriales de China en el Mar de China Meridional.
China acusa a Estados Unidos de querer obstaculizar su ascenso en el mundo. Estados Unidos, a su vez, ve cada vez más a China como un rival económico y una amenaza. En la reunión, Biden también quiere abordar el tira y afloja sobre el programa de armas nucleares de Corea del Norte y sus recientes provocaciones de prueba de misiles.
Su asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, dijo que estaba buscando un “papel constructivo” para China en el conflicto. Si Corea del Norte continúa por este camino, es probable que Estados Unidos aumente su presencia militar y de seguridad en la región. China tiene un interés personal en frenar las “peores tendencias” de Corea del Norte.
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